El duelo desde la fe y la psicología: Parte 3
En este día les comparto algunos impactos que las personas en un proceso de duelo pueden experimentar. Recordemos que esto es orientativo, cada uno de nosotros puede presentar estos aspectos y otros, por tanto es importante acudir al acompañamiento.
A nivel cognitivo
Emerge un sentimiento de incapacidad de creer que el evento sucedió o se tiene la sensación y que se entiende a la perfección lo que sucede.
En caso de fallecimiento de un ser querido, la persona puede percibir a la persona fallecida, cree haberlo visto, escuchar su voz o cualquier sonido relacionado a ella.
Se afecta la concentración y la memoria, se tiene la sensación de sentirse “más lento” de lo usual.
Constante preocupación por aspectos que antes no eran motivo de ello.
Emergen recuerdos, emociones, sentimientos, sensaciones y pensamientos relacionados a la pérdida.
Surge una sensación de obsesión por recuperar o evitar los recuerdos sean positivos o negativos.
La dimensión espiritual y las prácticas religiosas son revisadas, incluso surgen dudas que antes no se tenían con respecto a ellas.
A nivel fisiológico:
Vacìo en el estòmago
Boca seca
Opresiòn en el tòrax y en la garganta
Falta de aire
El corazòn parece latir con màs fuerza
Dolor de cabeza
Cansancio y agotamiento
Falta de energìa
Debilidad muscular
El ruido es màs molesto de lo usual
Dificultad para permanecer dormido
Constante despertar en la noche
Sueños con aquello que se ha perdido incluso pesadillas
Poco o ningùn deseo de tomar alimentos
A nivel afectivo
Se activan emociones de tristeza, ira, miedo repulsiòn o apatìa.
Emergen sentimientos de impotencia, vulnerabilidad, fragilidad, confusión, angustia, frustración, auto-reproche, soledad, abandono.
Aparecen sensaciones de bloqueo, alivio, extrañeza
Algunos comportamientos o actitudes
Distracciòn
Llanto
Aislamiento
Suspiros
Querer atesorar objetos
Olvidarse de las actividades cotidianas
Querer visitar los lugares
Todo lo anterior es entre otras cosas, algunos de los aspectos que aparecen en un proceso de duelo. La duración de todo ello, dependerá de múltiples factores sin embargo, si la personas acude al acompañamiento espiritual, psicológico y médico, tendrá mayor soporte por ende desarrollará mayor capacidad de avanzar y transitar por esta experiencia, de una forma serena, profunda y transformadora.
Reconocer los aspectos teóricos del duelo, solo tienen un sentido si los usamos para descubrir si nos encontramos en ese proceso y así buscar el apoyo necesario. No permitamos que el querer ayudar a otros pase por encima del dolor propio, porque entonces no sería una ayuda sincera, sería una ayuda permeada por el dolor que no se ha trabajado y eso, puede generar en la persona que ayudamos, mayor angustia.
Ser responsables con el propio dolor, es ser fieles al amor de Dios en nosotros, estamos respetando y honrando nuestro ser herido dolorido para darle tiempo a que sane. De esa forma, respetamos y honramos el ser dolorido y herido de los otros.
Ejercicio complementario:
En esta tercera carta a Jesús Niño, vamos a escribirle respondiendo las siguientes preguntas:
¿Me he permitido contar con ayuda para mis procesos de duelo?
¿Busco saber ayudar a otros antes de haber trabajado en mis propios duelos?
¿Qué pienso de la fe en un proceso de duelo?
